jueves, 17 de junio de 2010

La música profana

La música profana medieval tiene dos antecedentes:
1) Las canciones profanas en latín: que eran cantadas por lo general por los clérigos vagantes o escolares viajeros y que tenían textos en latín vulgar con inclusión de palabras o fragmentos en lenguas vulgares y su carácter era muchas veces vulgar o licencioso. La colección más importante de estas canciones es una antología del S´ XIII que lleva el nombre de Carmina Burana y que contiene alrededor de 200 obras con textos moralistas, satíricos, de amor, de bebedores, etc.
2) Los cantares de gesta: Eran fragmentos de poemas épicos en lengua vulgar, cantados por los juglares y que probablemente contaran de una única estrofa musical que se repetía con diferente texto.

En España los cantares de gesta dieron origen a los romances, villancicos, etc.
Las formas canción que utilizaron tuvieron distintas estructuras, podían ser sin refrán, con un refrán diferente para cada estrofa, y la de estructura fija como la ballada, el rondel y el virelai con alternancia de solista y coro

En el S´ XII surge en este país un arte, producto de la sociedad feudal que prestigia a la mujer. Es un arte profano que se basaba en la cortesía amorosa y que está patrocinado por la gente de los palacios. Generalmente eran caballeros con un instrumento de cuerdas entre las manos, aunque también había clérigos y burgueses, siendo las Cruzadas y la Fe su principal tema, aunque el amor a una mujer, el heroísmo y el honor también eran tema de creación. Son los primeros creadores/compositores los Troveros, los Trovadores y los Minnesingers.

  • Los Troveros En el norte de Francia, la langue d´oil, era patrimonio de los troveros, de características más refinadas.  Fueron los primeros compositores. Entre los representantes de este arte se encontraban las personas de alcurnia: Por ejemplo Blondel de Nesle, Thibaut IV de Navarra y Adan de la Halle

  • Los Trovadores (del país de Langue d´oc, al sur de Loira) del Sur, de carácter más duro y cuyos principales representantes son: Bernard de Ventadorn, Jaufré Rudel y Griaut de Borneln. En España: Alfonso X el sabio, Rambault de Vaqueiras, Alfonso I de Aragón, etc.

  • Los Minnesingers (minnesänger): o cantores de amor, eran la versión alemana de los trovadores. Eran nobles de Alemania que formaron una verdadera corporación con estatutos. Idealizaron a la mujer identificándola con el culto a María, primaba la declamación y el verso sobre la música, eran más rapsodas que cantores. En ocasiones, se acompañaban por un juglar que tocaba la viela, el laúd o el arpa. Encontramos a: Walter von der Vogelweide, Oswald von Wolkenstein, Heinrich Tannhäuser y Wolfram von Eschenbach, entre otros.
  • Juglares: Eran plebeyos, músicos ambulantes, vagabundo profesional, histrión y saltimbanqui, algo así como una versión burlona y grotesca de los dos primeros. Bien recibidos en las fiestas y en los castillos donde llevaban noticias de los ausentes. Cantaban las composiciones de los trovadores. La mayoría de su repertorio incluía cantares de gesta, que eran poemas épico-narrativos que relataban las hazañas de héroes nacionales con una estructura monódica sencilla, con fórmulas que se repetían hasta el cansancio con los diferentes versos del poema. Iban de villa en villa, de castillo en castillo. En el siglo XI llegaron a organizar hermandades, que llegaron a convertirse en Ministriles. La música era creada por otros o realizaban sus propias versiones. 


  

  • Goliardosque eran estudiantes nómades que recorrían Europa, solos o en grupos, atraídos por la fama de cualquier centro de estudios o célebre maestro (claro que esta costumbre duró hasta mediados del S XIII, cuando la fama creciente de las Universidades de Bologna, París y Oxford -entre otras- los impulsó a convertirse en sedentarios y fijar su residencia cerca de ellas). Eran despreciados por la gente respetable por su estilo de vida A través de textos en latín cantados en coro y en diálogo, los Goliardos hacen una poesía juvenil, exaltando temas espirituales, políticos y morales, como así también el vino, el buen comer y las mujeres, en un intercambio continuo entre elementos sagrados y profanos. A veces con tono  delicado, a veces mordaz y obsceno. Conservaban el hábito monacal y llegaron a influir  la vida cultural inglesa, francesa y germana. La mejor colección de los cantos goliárdicos son los Carmina Burana (cancionero de Beuern S´XIII), que -a pesar de llegar a nosotros en una notación musical neumática, imposible de descifrar- se han rescatado unas poquísimas excepciones, melodías que fueron tomadas por compositores modernos, y que han dado la posibilidad de que sean conocidas por nosotros hoy en día

 

Italia

Los primeros ejemplos en lengua vernácula que aquí se conservan son himnos de alabanza de neta influencia del canto gregoriano conocidos como “Laudi spirituali” del S´ XIII y XIV. Es también destacable el influjo de San Francisco de Asís, quien instaba al canto, invitando a todos a que lo siguieran como “Juglares de Dios”. En el siglo XIII, Italia adoptó el arte trovadoresco provenzal, que dio lugar a il dolce stil nuovo. Uno de sus precursores fue el rey Federico II, cuya corte se encontraba en Palermo. A la vez en Florencia, Dante citaba en su Purgatorio a Pietro Casella, uno de los más antiguos nombres de músicos profanos italianos.


España 

Los primeros ejemplos musicales que se encuentran son las “Siete canciones de amor” atribuidas al juglar Martín Coda. Lo que se conserva es una colección de más de 400 canciones en honor a la Virgen María, reunidas bajo el nombre de “Cantigas de Santa María” (mediados del siglo XIII-1284) y recopiladas bajo el reinado de Alfonso X el sabio, constituyen el cancionero religioso medieval de la literatura en galaico-portugués frente al profano que estaría constituido por las cantigas de amigo, de amor y de escarnio. 




Es en los manuscritos de las Cantigas donde se encuentra una valiosa fuente para el conocimiento de los instrumentos medievales, dado que dichos manuscritos están adornados con miniaturas alegóricas y escenas de la vida musical de la época.
También podemos mencionar en España a Rambault de Vaqueiras, Alfonso I de Aragón, etc.


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