Las escuelas nacionales

El nacionalismo tiene su origen en la ola de sentimiento naturalista que se extendió por Europa a mediados del Siglo XIX. La idea del retorno a la tierra, al origen y a lo primigenio fue lo que causó la búsqueda, por parte de los compositores, de inspiración en ritmos folclóricos y melodías populares para incorporar a sus obras, las que dejaron así de tener sentido universalista para pasar a ser expresión de sentimientos nacionales. Como antecedentes, pueden citarse a compositores tales como Schumann, Chopin y Liszt, pero como verdadero movimiento se origina en Rusia y se difunde especialmente por España, Escandinavia y la zona de Bohemia, hasta llegar a América.

Rusia

Las ideas nacionalistas fueron inspiradas en los músicos rusos por Glinka, quien fue el patrocinador del llamado “grupo de los cinco” aunque él no fue uno de ellos. Glinka realizó una importante síntesis entre el idioma folclórico ruso y la herencia occidental; compuso una serie de obras breves para orquesta y piezas para piano, pero lo más importante  de su producción son sus dos óperas: “La vida por el zar” y “ Ruslan y Ludmilla”.

En la 1º exalta los sentimientos nacionales rusos, en una obra de carácter histórico; la 2º es un cuento de hadas.

Los integrantes del citado grupo eran:

-          César Cui

-          Balakiriev

-          Borodin quien compuso la ópera “El príncipe Igor”

-          Rimsky Korsakoff: se destacó no sólo como compositor sino también como teórico (sobre todo en lo referente al plano armónico y orquestal), el cual, además de obras orquestales compuso la ópera “El gallo de oro”.

-          Modesto Mussorgsky: quien escribió dos óperas, la más importante se titula “Boris Godunov”.

Bohemia

En esta región se destacan dos compositores: Smétana y Dvorák. El primero compuso una serie de poemas sinfónicos, reunidos bajo el título “Mi patria”, de los cuales el más conocido es “El Moldava”; además compuso óperas sobre temas históricos locales entre las cuales la más conocida es “La novia vendida”.

Dvorák escribió óperas, oberturas, poemas sinfónicos y una serie de danzas eslavas, tuvo un período norteamericano en el cual se vio influenciado por la música de ese país (resultado del mismo fue su sinfonía “Del nuevo mundo”)

Escandinavia

Los países más importantes desde el punto de vista de sus compositores nacionalistas fueron Noruega y Finlandia. Suecia y Dinamarca tuvieron también un movimiento nacional pero sus compositores no llegaron a adquirir renombre internacional.

En Noruega se destaca la figura de Edgard Grieg quien,  además de obras para piano y una  serie de danzas folclóricas compuso lieder muy importantes con texto bilingüe (noruego y alemán) y la música incidental para el drama titulado “Peer Gynt”

En Finlandia el compositor más destacado es Jan Sibelius autor, entre otras obras, de una serie de poemas sinfónicos cuyos temas están basados en la mitología finlandesa.

España

El movimiento nacionalista español tuvo su comienzo con la figura de Felipe Pedrell, pero sus principales representantes fueron Albéniz, Granados, Turina y Manuel de Falla (en su primera época).

América

El nacionalismo llegó a América a fines del Siglo XIX, aunque ya desde la primera mitad de dicho siglo pueden mencionarse intentos nacionales de importancia. En Argentina, desde la declaración de la Independencia la música, como las demás artes, tendió a afirmar el sentimiento de la nueva nacionalidad y aparecieron en los salones vidalitas, minuéts y todo tipo de música que originada en los ambientes populares pasó a manos de compositores de salón.

Desde el punto de vista de los campos de manifestación del nacionalismo, pueden mencionarse cuatro:

1. la música para piano
2. la música de cámara
3. el género sinfónico
4. la ópera

Para lograr traducir la expresión nacionalista en la música, el compositor americano se valió de dos formas principales: la utilización de ritmos o giros folclóricos y la evocación del paisaje o de características psicológicas de los personajes del campo.

Dentro del nacionalismo en América hay que distinguir dos corrientes principales:

1. El nacionalismo propiamente dicho, que busca temas gauchescos o del campo
2. El indigenismo, que se basa en elementos aborígenes autóctonos.

Entre los compositores nacionalistas argentinos de mayor importancia se destacan: López Buchardo, Ginastera, Gianneo, Williams y Aguirre. 







En otros países: Villa Lobos (Brasil) y Carlos Chávez (Mexico).